CARTA DE DIBUJAR PARA FABIO 1. ACTIVIDAD.
Tal vez sirva este pasaje de Charles Darwin. A pesar de no saber dibujar bien, Darwin pensaba que el dibujo y la música eran ejercicios buenos por sí mismos. En sus memorias, escritas en 1887, el anciano Darwin lamentaba de haber abandonado la práctica de estas artes casi por completo; decía así:
"Hasta que me hice mayor, me gustaban las artes. El dibujo y la música me agradaban. Pero ahora, desde hace años, mi mente parece haberse transformado en una máquina que procesa leyes generales. Cómo esto pudo haber causado la atrofia de la parte sensible de mi cerebro, no lo puedo comprender. Si tuviera que vivir nuevamente, me habría propuesto leer poesía y dibujar al menos una vez por semana, y, quizás, las partes de mi cerebro que se han atrofiado se habrían mantenido sanas. Porque esa pérdida es también una pérdida de la felicidad, y puede ser perjudicial para la inteligencia, y aún, quizás, perjudicar también al carácter moral, al debilitar la parte emocional de nuestra naturaleza".
* Darwin, Francis, ed., The life and letters of Charles Darwin, London, 2008.
Ahí es nada, Fabio. El viejo profesor de ciencias naturales diciendo que debes aprender a dibujar.
En verdad Fabio, escucharás a los maestros de dibujo explicar al aprendiz CÓMO se coge el lápiz, CÓMO se empieza y se avanza el dibujo, CÓMO se hace tal o cuál cosa para mejorarlo. Y el aprendiz quedará toda la vida preocupado por el "CÓMO". Yo me propongo aquí empezar de otra manera.
La experiencia me dice que en el largo camino del aprendiz, saber QUÉ dibujar no es menos importante, si es que no lo es más. Pero nadie considera esto en el comienzo de su aprendizaje. Es un error extendido empezar por el cómo y olvidarse del qué, y te daré dos razones de por qué digo que esto no es bueno para tu aprendizaje:
1. A menudo, los que ya tenemos habilidad en el dibujo, tomamos nuestro cuaderno y nuestro lápiz, y quedamos paralizados por no saber qué dibujar. Encontrar algo que nos despierte la atención no es tan fácil. Dibujar requiere adoptar la actitud de un explorador, la actitud de buscar cosas que se puedan dibujar (y pronto descubrirás que te faltarán vidas para dibujarlas todas).
Yo quisiera que a partir de ahora trataras a un pluma recogida del suelo, o mismamente un huesecito de felino en el mantillo del campo, o unas cuantas pinzas para la ropa, como los objetos más extraños y hermosos que jamás haya visto ningún hombre. Que todas esas fruslerías que te encuentres (huesos, plumas, plantas secas, objetos domésticos, piedras o trocitos de madera con formas extrañas) las custodies en una cajita de madera o de metal: son objetos únicos e irremplazables, y con el tiempo inventaremos una ciencia sólo para ellos.
También quisiera que guardaras en tu cuaderno imágenes que te gusten y que vayas encontrando por ahí, sean viñetas de cómics, fotografías o pinturas antiguas. Esto es algo que los pintores solían hacer antaño. En la pared del taller de Pierre Bonnard, como puedes ver, había postales y láminas de sus pinturas o imágenes favoritas, y un mapa del puerto de Cannes, que, te lo confieso, no tengo ni idea qué pintaba ahí. Aunque tampoco me parece totalmente extraño, si pienso en el placer que a mí mismo, de niño, me procuraba dibujar mapas geográficos. Ni siquiera se deben desdeñar los mapas como imágenes dignas de ser dibujadas por un aprendiz. El maestro holandés Johannes Vermeer no perdía ocasión de introducir un buen mapa de la Compañía de Indias en el fondo de sus pinturas, y probablemente fue uno de los primeros pintores en descubrir, tal vez involuntariamente, esa huidiza belleza que tienen los mapas, de tan prosaica.
| Mapa de Imola dibujado por Leonardo en 1502. |
| Pared en el atelier de Pierre Bonnard, con el mapa del puerto de Cannes, fot. de A. Liberman, tomada hacia 1940. |
2. La segunda razón es menos romántica, y por eso habrá de convencerte aún más. Cada cosa exige una manera de dibujar. No es lo mismo dibujar un rostro que un par de zapatos. La figura humana, por ejemplo, exige al artista algunos conocimientos de anatomía.
Es lógico que para aprender a dibujar una cosa se requiera primero, parecería obvio, saber qué cosa vamos a dibujar. Pero lo cierto es que casi todo el mundo, maestros y aprendices por igual, acaban enfrascados en un tonto y común empeño: aprender un método para dibujar.
QUÉ dibujar es un problema que nos invade a todos, también a los mejores dibujantes. Así, por ejemplo, piensa Fabio en aquel viaje que Durero emprendió a Venecia, en el que supuestamente, ya de vuelta a casa, fue recogiendo muestras de las más diversas cosas, a salto de mata, o bien dibujándolas por los caminos. Ese viaje, que apenas duró semanas, cobra para nosotros el aura de una expedición extraña y maravillosa.
Lo que debes entender, de entrada, es que, para nosotros, los dibujantes o los aprendices de dibujante, el mundo es un lugar que está completamente por explorar. Un simple paseo por el campo te ofrecerá objetos y seres vivos tan extraños que, después de dibujados, a otros les parecerá traídos de lugares remotos.
En el museo Albertina se conservan algunos de aquellos dibujos.
| Aquí se observa el nivel de detalle que, vistos de cerca, cobran los dibujos de Durero. En este matojo de hiervas se pueden identificar perfectamente los especímenes. |
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| James Sowerby, dibujo inacabado de una alondra, realizado hacia 1810. La posición del ave facilita la identificación de las diversas plumas. |
-Busca dibujos de animales o flores de Maria Sybilla Merian, Alberto Durero, José Celestino Mutis, Claude Aubriet, James Sowerby, etc.
-Dibuja en la libreta, sólo con líneas de contorno y dintorno, dibujos de animales a partir de fotografías. En la hoja contigua documenta el dibujo original. Busca información del animal dibujado.
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"Peonias", Martin Schongauer, s. XV. |
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| Detalle de un Iris Germanicus dibujado por Durero. |
ACTIVIDAD 2.
-Buscar una planta seca, a ser posible suficientemente retorcida para que quede en pie al colocarla en la mesa.
-Dibujar la planta o plantas secas que hayas recogido, para elaborar, más tarde, y en grupo, un pequeño herbario titulado "las plantas del fuego". Escribid un pequeño texto literario para acompañar las ilustraciones, a partir de la lectura que haremos en clase.
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| Dibujo de Lucía Jiménez, Coria, 2019. |
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| Dibujo de Julia Herrero, 2019. |
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| Dibujo de Nuria Iglesias., Coria, 2019. |
ACTIVIDAD 3.
-Dibujar formas vegetales diminutas con una lente de aumento o, si no se puede, buscar alguna imagen del fotógrafo Karl Blossfeldt. Las fotografías de Blossfeldt son imágenes macroscópicas de plantas relativamente comunes que, al mostrarse tan de cerca, adquieren una presencia extraña.
Para dibujar las imágenes de Blossfeldt, puesto que muchas plantas son simétricas, intenta buscar aquellas que no lo sean, para no geometrizar excesivamente el dibujo.












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