"La casa de las fieras", de Rilke. El dibujo y los lenguajes de palabras.
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| Dos bocetos de Simon Bussy, 1920. |
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| Alice Dinneen, Black Panther, 1934. |
Reconozco que todavía, después de tanto tiempo, me sigue produciendo mucha inquietud pensar en los ejercicios que vamos a hacer en clase cada semana. A veces creo que concedo demasiada libertad a mis alumnos y, a veces, por el contrario, siento que me muestro demasiado rígido en el planteamiento de algunos ejercicios. Muchas veces tengo que rectificar sobre la marcha, y conceder más libertad, o privar de libertad a mis alumnos, según se van produciendo los hechos. Es muy difícil caminar por el fino hilo que va de un extremo al otro. Porque sé por experiencia que la excesiva libertad a menudo desemboca en la perplejidad: "es que no sé que hacer, no se me ocurre nada", dice un alumno desilusionado de sí mismo, que sólo un minuto antes reclamaba "dibujo libre". Y la excesiva rigidez produce un estado de somnolencia y de apatía inconfundible: "es que me aburre", dice un alumno con medio cuerpo apoyado en la mesa.
Es algo de lo que hemos estado discutiendo recientemente a raíz de la lectura de un texto sobre Leonardo y sus dibujos: la importancia de situarse en el medio de la excesiva libertad y la excesiva rigidez en los métodos de dibujo.
Bueno, pues éste bien pudiera ser uno de esos ejercicios que están muy cerquita de la "excesiva libertad". Pero, no obstante, creo que es bueno introducir este tipo de ejercicios de vez en cuando, para ver lo que cada uno es capaz de hacer por sí mismo, sin demasiadas indicaciones. Una buena manera de ver cómo cada cual aplica las técnicas y conceptos aprendidos durante el curso es partir de una música o un poema para crear una imagen simbólica. En este caso, cada cual va a partir de la sugestión personal, y de la habilidad propia para realizar una composición, aplicar una gama de colores, dibujar con línea de contorno o con líneas expresivas, etcétera. Vamos a seguir empleando témperas, pero en este caso de una manera más diluida, como si fuera tinta o acuarela.
Vamos a ilustrar un poema, todos el mismo poema. Pero apenas voy a dar pautas para la elaboración de la ilustración. Sólo, si acaso, os mostraré algunas imágenes sugerentes, de Henri Rousseau y otros pintores modernos.
El poema que he escogido se titula "La pantera". Habla sobre una pantera del Jardin des Plantes de París, en el que solía pasear el poeta Rainer Maria Rilke. Fue escrito en 1902, y dice así:
Su mirada, cansada de ver pasar
las rejas, ya no retiene nada más.
Cree que el mundo está hecho
de miles de rejas y, más allá, la nada.
Con su caminar blando, pasos flexibles y fuertes,
gira en redondo en un círculo estrecho;
al igual que una danza de fuerzas en torno a un centro
en el que, alerta, reside una voluntad imponente.
Algunas veces, se alza el telón de sus párpados,
mudo. Una imagen viaja hacia dentro,
recorre la calma en tensión de sus miembros
y, cuando cae en su corazón, se funde y desvanece.
Poema original en alemán:
Sein Blick ist vom Vorübergehn der Stäbe
so müd geworden, dass er nichts mehr hält.
Ihm ist, als ob es tausend Stäbe gäbe
und hinter tausend Stäben keine Welt.
Der weiche Gang geschmeidig starker Schritte,
der sich im allerkleinsten Kreise dreht,
ist wie ein Tanz von Kraft um eine Mitte,
in der betäubt ein großer Wille steht.
Nur manchmal schiebt der Vorhang der Pupille
sich lautlos auf -. Dann geht ein Bild hinein,
geht durch der Glieder angespannte Stille –
und hört im Herzen auf zu sein.






















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